La “Pirámide de Estilos” está relacionada con una regla empírica común en los negocios llamada “Principio de Pareto” o regla 80/20 que hace una observación básica:
En la mayoría de los acontecimientos, el 80% de los efectos perceptibles proceden del 20% de las causas conocidas.
En otras palabras, en casi todos los sistemas sólo hay unos pocos elementos tangibles que realmente impulsan las cosas. El resto marcan diferencias pequeñas y localizadas. Importan, pero no hacen la mayor parte del trabajo.
En la moda, hay tres cualidades que determinan casi todos los efectos de tu vestuario sobre tu aspecto: Corte, Tejido y Función.
Estas tres conforman la “pirámide del estilo”: las características que definen una prenda, para bien o para mal. En ellas es donde se obtiene el mayor beneficio por el dinero invertido en la compra de ropa.
Vamos a repasarlas con más detalle.
1. La pirámide del estilo – Ajuste
De los tres aspectos de la pirámide de estilo, el ajuste es quizá el más importante.
Un buen ajuste no es el que se desliza sobre el cuerpo sin molestias, sino el que se adapta a tu figura, resaltando los rasgos que quieres destacar y minimizando los que quieres disimular.
Longitud de la prenda
El ajuste incorrecto más fácil de detectar es aquel en el que la prenda es demasiado corta o demasiado larga. Las mangas y los puños de los pantalones son los lugares más habituales en los que la prenda queda demasiado larga, pero los dobladillos de las camisas y chaquetas también pueden ser un problema.
En general, la ropa debe ajustarse a las siguientes directrices:
Los puños de los pantalones deben rozar la parte superior de los zapatos con los que se llevan.
Los puños de las camisas deben cubrir el hueso grande de la parte superior externa de la muñeca cuando los brazos están sueltos.
Los faldones de las camisas deben meterse al menos dos centímetros dentro de los pantalones con los que se lleven (es preferible dos o más centímetros).
Los puños de las camisas deben quedar unos treinta centímetros más cortos que los de las camisas, normalmente en la base del hueso mayor de la muñeca.
Los dobladillos de las chaquetas deben caer lo suficiente como para cubrir la curva superior de las nalgas de un hombre cuando está de pie.
La Pirámide de Estilo siempre deja cierto margen al gusto personal, pero éstas son las directrices ideales para los principiantes. Todo lo que se desvíe sustancialmente de ellas es un experimento estilístico que requiere una evaluación cuidadosa.
Anchura
Cada cuerpo necesita una anchura muy diferente. Esto puede ser un problema a la hora de comprar ropa en tallas sencillas como la pequeña o la grande. Muchos hombres necesitan pequeños retoques para que la ropa que compran les resulte cómoda.
Las piernas deben estrecharse ligeramente desde el muslo hasta el tobillo, siguiendo el grosor de la pierna. No deben estrecharse y volver a ensancharse.
Las cinturas deben ser lo suficientemente ajustadas como para que no se puedan poner y quitar sin abrir la cremallera del pantalón. Las cinturas que se llevan con tirantes deben ser ligeramente más holgadas que las que se llevan con cinturón.
La entrepierna y el bajo de un pantalón no deben sobresalir más de medio centímetro de la piel. Un poco de caída en el asiento o la entrepierna contribuye en gran medida a afear el aspecto de los pantalones.
Las camisas deben seguir el contorno del pecho: más estrechas en la parte inferior para los hombres delgados y más rectas para los corpulentos.
Los puños de las camisas deben estar lo suficientemente ajustados como para que haya que desabrocharlos para quitárselos.
Los cuellos deben tocar ligeramente la piel (pero sin pellizcar) cuando se abroche el botón.
Los hombros de una chaqueta deben terminar precisamente donde el hombro del cuerpo gira hacia el bíceps. La costura del hombro no debe colgar del brazo ni terminar en parte del hombro.
Las chaquetas pueden estrecharse en la cintura o caer rectas, pero en ambos casos deben abrocharse sin colgar holgadamente del torso ni tensarse.
Por lo general, puedes hacerte una buena idea de si la anchura de una prenda es correcta o no sólo por cómo te sientes al llevarla.
Si la tela pellizca y se arruga porque se estira demasiado o se balancea porque cuelga demasiado floja, necesitará un ajuste.
Un ajuste demasiado apretado o demasiado flojo es incómodo, además de antiestético, y debe ser tu principal prioridad para solucionarlo.
2. La pirámide del estilo – Tejido
Cuando compre un traje a medida, la mayoría de los sastres fijarán su precio en función del tejido que elija. Esto debería darle una idea de lo importante que es la elección del tejido. Es el aspecto más fundamental en la confección de una prenda.
El tejido utilizado puede afectar a muchos aspectos de una prenda, como su peso y textura, pero también su caída sobre el cuerpo, su tacto tras horas de uso prolongado y los cuidados que requiere.
La mayoría de las prendas masculinas son de lana o algodón. Deberías familiarizarte con las propiedades de mayor calidad de ambos.
Lana
La lana de oveja es el material básico de los trajes, chaquetas y pantalones de vestir masculinos. Está disponible en miles de pesos y tejidos distintos, y puede destinarse a múltiples usos.
La lana es más cálida que el algodón y se adapta mejor al cuerpo. También es más cara de producir y requiere una limpieza y un mantenimiento más cuidadosos.
Los trajes, chaquetas y pantalones de lana suelen medirse con una “finura” de dos o tres dígitos. Las lanas más suaves, llamadas “superfinas”, rondan los 100 dólares, mientras que los trajes más resistentes suelen costar entre 70 y 100 dólares. Todo lo que supere los 150 dólares entra en el terreno de los artículos de lujo y puede ser demasiado propenso a arrugarse y estropearse para su uso práctico en el día a día.
Algodón
Algunas prendas muy informales, como camisetas y sudaderas, se fabrican con algodón de punto en lugar de tejido, lo que crea una prenda más suelta, suave y sin forma.
El algodón se mide a veces con un “recuento de hilos”, pero esta cifra suele ser inexacta o engañosa. La “sensación en la mano” de una camisa es una medida más precisa de cómo se sentirá realmente en el cuerpo.
Las camisas de vestir y los pantalones más informales suelen ser de algodón.
Las mejores camisas son de algodón 100%, preferiblemente de algodón “longstaple” (Sea Island, Pima y algunos algodones egipcios). Los tratamientos antiarrugas pueden hacerlas más prácticas para viajar, pero también pueden hacerlas más rígidas y menos cómodas. Desde el punto de vista visual, el mejor aspecto siempre será el de una camisa de algodón sin tratar pero bien planchada.
Sintéticos
¿Has pensado alguna vez en la importancia de las fibras sintéticas en el vestuario masculino? El nailon está bien para las chaquetas, y el poliéster puede ser una camisa informal aceptable, pero las prendas más bonitas deberían ser de algodón y lana.
La mayoría de los tejidos artificiales no son favorecedores.
La excepción son las mezclas de lana o algodón que incorporan una pequeña cantidad de fibras sintéticas resistentes al moho para una mayor durabilidad. Estas mezclas deberían seguir teniendo la misma caída favorecedora de la fibra natural, siempre que las fibras artificiales no representen más de uno o dos por ciento de la mezcla como máximo.
3. La pirámide del estilo – Función
Esta piedra angular es la más sencilla del trío. Echa un vistazo a tu atuendo y piensa en su propósito.
¿Es formal, informal de negocios o informal versátil? ¿Es el uniforme adecuado para el trabajo?
La ropa debe actuar como una herramienta para mejorar tu capacidad de alcanzar tus objetivos inmediatos. ¿Cómo puede fallar esto? Digamos que te has arreglado demasiado para un almuerzo informal de networking. Puede que tengas un aspecto impecable, pero es probable que se te acerque menos gente y que muchos te encuentren pretencioso.
Aunque domines el resto de la Pirámide del Estilo, tienes que asegurarte de que la ropa en la que has invertido es adecuada para ti y para el mensaje que quieres enviar al mundo. Ya sea para un trabajo o para una afición, tienes que centrarte en las características que quieres mostrar en tu atuendo.
En resumen, caballeros, no pueden eludir ninguno de los tres pilares de la Pirámide del Estilo. El ajuste determina hasta qué punto las prendas complementan tu tipo de cuerpo, el tejido puede tener implicaciones en el mantenimiento y los fondos necesarios, y la función representa el propósito de tu inversión.
Lo ideal sería que todos ellos recibieran el mismo trato. Sin embargo, si dispone de recursos limitados y necesita establecer prioridades, siga nuestro orden (Ajuste>Función>Tejido). Cuando los conozcas, serás un maestro de la moda masculina.