Compartir las comidas es un ritual importante para estrechar lazos y, a menudo, la puerta de entrada para entablar relaciones importantes.
Pero sin buenos modales en la mesa, puedes perder la oportunidad de entablar una relación con tu cita, tu entrevistador, tu cliente o los padres de tu prometida.
Y podrías pasar vergüenza en reuniones de negocios, sociales e incluso familiares.
En este artículo, le mostraremos las normas que debe conocer para poder disfrutar de la comida sin preocuparse de hacer el ridículo.
Antes de empezar: ¿Qué es la etiqueta en las cenas?
- La etiqueta es la forma de comportarse en sociedad.
- Los modales son las normas de comportamiento cortés (parte de la etiqueta).
Así que los modales en la mesa (seguir las normas) forman parte de la etiqueta en las comidas (cómo contribuyes a que todos disfruten de la comida). He aquí los diez más importantes.
#1. Modales básicos en la mesa
Presta atención a tus anfitriones. En caso de duda, imítelos y no empiece a comer hasta que ellos lo hagan.
No mastiques con la boca abierta ni hables con la comida en la boca. Come bocados pequeños para terminarlos antes de hablar.
Acércate la comida a la cara, no la cara a la comida. Es un plato, no un comedero.
“Por favor” y “gracias” siguen siendo las palabras mágicas. “Disculpe” le llevará igual de lejos.
¿La mejor manera de entablar una buena conversación? Escuchar de verdad a la gente. Que sea sencilla y divertida, y evite los temas emocionales: el asco, la ira, el miedo y la tristeza no tienen cabida en la mesa. Tampoco tus opiniones negativas sobre la lasaña de tu anfitrión o la elección del vino.
#2. La etiqueta en la mesa empieza antes de llegar a ella
Estás invitado a una cena. Fantástica. Son muy divertidas y a menudo te brindan la oportunidad de causar una buena impresión a una o dos personas influyentes: el padre de tu novia, el nuevo Presidente del Consejo de Administración, etc.
Seguramente no querrás sabotear tus posibilidades antes de que el anfitrión haya terminado de preparar el menú. He aquí cómo evitarlo.
Confirma tu asistencia en los 3 días siguientes a recibir la invitación.
Vístete de forma elegante y apropiada para la ocasión: muestra respeto por los anfitriones y los demás invitados y, por supuesto, siempre es mejor ir demasiado arreglado que mal vestido.
Lo primero también es más fácil de remediar: puedes dejar la americana y la corbata en el guardarropa, pero no puedes volver a casa en coche cuando llegues y te des cuenta de que eres el único que no las lleva.
Si vas a casa de alguien, lleva un pequeño regalo, como bombones, un utensilio de cocina o vino. Sé puntual, pero no llegues más de 5 minutos antes: lo más probable es que tus anfitriones aún estén con los preparativos de última hora.
Antes de entrar, apaga el teléfono. No lo pongas en silencio y no lo tengas a la vista durante la comida. Esto no sólo muestra respeto por tus anfitriones y compañeros invitados, sino que también te ayuda a TI a estar plenamente presente y disfrutar de la comida.
#3. Sigues necesitando modales en la mesa cuando NO HAY MESA
Los picnics, los buffets y las barbacoas pueden ser informales, pero incluso en estas ocasiones hay que tener en cuenta algunas normas de etiqueta para que todo el mundo se lo pase bien.
Cuidar la comodidad de los demás en situaciones sociales es, después de todo, la marca de un verdadero caballero, incluso cuando la ocasión requiere sandalias y antorchas tiki.
- Toma una ración de tamaño medio. No acapares la comida. La glotonería no es atractiva, sobre todo para la gente hambrienta de la cola que te sigue y que te ha visto llevarte las dos últimas hamburguesas con queso. Siempre puedes repetir una vez que todos hayan comido.
- No mojes dos veces. Si quieres mojar tu patata frita más de una vez, pon un poco de salsa en tu plato y evita la saliva a los demás.
- Córtate tú mismo la carne. Si eres hábil con el cuchillo, ofrécete a ayudar a los que estén cerca. Pero no cortes todo el asado. Si dejas la carne cortada por ahí, se secará.
- Y lo más importante, limpia lo que ensucies. Esto es especialmente importante cuando la anfitriona es la Madre Naturaleza.
#4. Montaje de la mesa – Aspectos básicos
Parece desalentador, pero las normas para platos, vasos y cubiertos son bastante sencillas. Durante la comida, empieza con los cubiertos por fuera y sigue hacia dentro. Los cuchillos y las cucharas van a la derecha, los tenedores a la izquierda.
Si también hay un tenedor pequeño a la derecha, es para el marisco. Los cubiertos en la parte superior del plato (a menudo una cuchara más pequeña) son para el postre. El cuchillo de la mantequilla debe estar en el plato del pan o cerca de él.
Los platos de pan están a la izquierda, los vasos a la derecha. Si te confunde cuál es el tuyo y cuál el de tu vecino, haz una “b” de pan y una “d” de bebida tocando los dedos pulgar e índice de cada mano (sutilmente… quizá por debajo de la mesa).
El vaso de agua es el que está encima del cuchillo en un cubierto informal. Suele ser más grande que la copa de vino.
La forma de una copa de vino no sólo indica qué poner en ella, sino también cómo sujetarla. Las copas de vino tinto son más anchas porque se sujetan por el cuenco para mantener el vino caliente. Las copas de vino blanco se sujetan por el tallo para mantenerlo frío.
#5. Sentarse y levantarse de la mesa
Busca tu sitio en la mesa buscando tu tarjeta con tu nombre o esperando a que el anfitrión o el personal de servicio te siente. No se siente hasta que lo haga el anfitrión.
En las reuniones sociales, esté dispuesto a ayudar a las damas de al lado con sus sillas. No lo hagas en ocasiones de negocios: en los negocios, la forma correcta de tratar a una mujer es como a una compañera de profesión.
Si tienes que levantarte de la mesa durante la comida, di “Disculpadme un momento. Vuelvo enseguida”. No es necesario dar más explicaciones.
Después de la comida, espere a que el anfitrión se levante antes de abandonar la mesa.
#6. Reglas de etiqueta con la servilleta
Colóquese la servilleta en el regazo en el minuto siguiente a sentarse. No se la meta por dentro del pantalón o la camisa: no es un babero. Despliégala lo justo para cubrirte el regazo.
El objetivo principal de la servilleta no es recoger la comida que se cae, sino mantener la boca limpia de forma discreta. No limpies: es de muy mala educación utilizar la servilleta como toalla.
Siempre que te levantes, dobla la servilleta sin apretar y colócala a la izquierda del plato.
#7. Cómo pedir y catar vino
Este es uno de los aspectos de la etiqueta en las cenas que más preocupa a los hombres, pero, de nuevo, es bastante sencillo cuando se sabe cómo hacerlo. Primero, pregunta a tus acompañantes si quieren copas individuales o una botella, y qué les gusta y qué no:
- Tinto o blanco
- Viejo Mundo (terroso) o Nuevo Mundo (afrutado)
- Con cuerpo (grueso y pesado), con cuerpo medio o con cuerpo ligero
- Alguna variedad en particular que no les guste.
Tradicionalmente, el vino tinto acompaña a los platos más pesados, como la ternera o el cerdo, y el blanco a los más ligeros, como el pollo o el pescado. Sin embargo, puedes pedir el que prefieras, independientemente de lo que estés comiendo.
Evita el “blanco de la casa” o el “tinto de la casa” (suelen ser terribles), pero no tengas miedo de pedir el vino con el nombre más barato de la carta. El segundo más barato suele ser caro porque los restauradores saben cómo funciona la mente de la gente.
Si quieres, pide al camarero o al sumiller que te recomiende un vino. Dígales lo que busca, señale una botella de la carta que esté dentro de su rango de precios y diga: “Estoy pensando en una botella como ésta”.
Este es un código universal de restaurante para “Esto es exactamente lo que quiero pagar, pero no quiero decirlo en voz alta”.
Cuando te presenten una botella de vino, comprueba la etiqueta y el corcho (incluida la añada) para asegurarte de que es lo que has pedido. A continuación, el camarero te servirá una pequeña cantidad.
Mira, gira, huele y prueba. Esto NO es para ver si te gusta el vino. Si no te gusta, mala suerte: ya lo has comprado. Es para ver si está descorchado (contaminado por un hongo que crece en los corchos).
Si el vino huele a moho o a cartón mojado, está descorchado y debes decírselo al camarero. Estarán encantados de cambiártelo.
#8. ¿Cuándo empezar a comer?
Esta norma tiene dos partes.
- Espera a que el anfitrión coja el tenedor para comer. Es de mala educación comer solo.
- Excepción a la primera parte. No dejes que se enfríe la comida caliente. Si se está sirviendo comida caliente y todavía hay gente dando vueltas, empieza a comer después de que se hayan servido otras dos personas. Si estáis todos sentados y hay más de cuatro personas en el grupo, empieza cuando se hayan servido otros tres o cuatro comensales.
En una nota ligeramente delicada, reconozca la tradición y la oración, independientemente de sus propias creencias religiosas. No hace falta que te persignes ni que cruces las manos, aunque todo el mundo lo haga, pero sí que muestres respeto y guardes silencio.
La oración antes de comer sólo debe iniciarla el anfitrión, pero puede rezarla cualquiera.
No te sientas culpable por negarte educadamente a rezarla si el anfitrión te lo pide. Un simple “Gracias, prefiero no hacerlo” será suficiente. Si lo desea, sea breve y sencillo, teniendo en cuenta la posibilidad real de que haya más de una fe presente.
#9. Cómo comer educadamente
Mantén los codos fuera de la mesa cuando haya comida encima. Es de buena educación apoyar los codos en la mesa entre plato y plato o durante el café.
Evite meterse en el espacio personal de los demás o ponerse de pie para alcanzar algo. Pídele a alguien que te lo pase.
Si derramas algo, discúlpate rápida y concisamente y haz lo que puedas para ayudar a limpiar. Después relájate y haz lo posible por olvidarlo.
Puedes inclinar un plato de sopa para coger las últimas cucharadas, pero inclínalo LEJOS de ti. Olvidar esta regla puede provocar esa desagradable sensación de “sopa en el traje”.
Coloque el cuchillo y el tenedor en la posición de las 4:20 cuando termine. Esto indica al camarero que puede recoger tu plato y le facilita la tarea sin que se le caigan los cubiertos.
#10. Decir que no a la comida y la bebida
¿Le han ofrecido algo que no quiere? Coge una pequeña cantidad y prueba un bocado.
¿Es alérgico? ¿Es vegetariano? ¿Kosher? ¿Alguna otra restricción dietética? Es tu deber informar a tu anfitrión de tus necesidades con antelación, idealmente cuando confirmes tu asistencia. Si no pueden satisfacer tus necesidades, come mucho antes y, si se trata de carne, come PROTEÍNAS.
Si esperas que tus anfitriones te ofrezcan alcohol, decide cómo vas a responder.
¿Tomarás sólo una copa? ¿Dos? ¿O ninguna? Es tu decisión y no requiere ninguna explicación. Pero decidas lo que decidas, sé coherente. Así la gente te respetará más y aceptará más fácilmente tu decisión.
Si no quieres beber, pero la gente está brindando, coge un vaso y pásatelo por los labios. También es de etiqueta brindar con agua o refrescos, aunque algunos grupos lo aceptarán más fácilmente que otros. Eso sí, no levantes un vaso vacío.
Pregunta extra: ¿Quién paga la cena?
- En las comidas de negocios, paga la persona que ha cursado la invitación. Si eres tú, no pidas contribuciones. Si no es usted, no se ofrezca.
- Los actos sociales pueden ser pagados por el anfitrión o repartidos entre los invitados. Ten suficiente dinero en efectivo (incluidos algunos billetes pequeños para propinas) por si acaso.
- No esperes que una mujer pague la cena en las primeras citas, pero si realmente quiere hacerlo, déjala. (Y no pagues a sus espaldas cuando te haya pedido que no lo hagas: quieres que confíe en ti).
¿Cuál es la mejor medida que puedes tomar para aprender buenos modales en la mesa? Practícala constantemente en casa, y no sólo si tienes familia. Incluso si vives solo, practica tus modales en la mesa hasta que se conviertan en algo natural. Así, siempre estarán ahí cuando los necesites.
Los buenos modales en la mesa no son un medio para impresionar a la gente. Son una parte importante del trabajo principal de un caballero, que es hacer del mundo un lugar más agradable y cómodo para los que le rodean.