Las solicitudes de prácticas, las ferias de empleo y otras oportunidades para estudiantes universitarios son más competitivas que nunca.
Con más gente que se gradúa -y los que se gradúan lo hacen con más deudas que pagar- es mucho lo que está en juego a la hora de presentarse como estudiante.
La buena noticia es que todas las personas a las que podrías querer impresionar -los profesores que escribirán tus cartas de recomendación, los conferenciantes invitados que podrían convertirse en contactos de red, incluso una futura pareja- están buscando tu yo genuino y lo que tiene que ofrecer.
Pero no verán tu potencial si viene en un paquete desaliñado. Por eso es importante el estilo del estudiante.
#1. Sé tú mismo
Los últimos años de la adolescencia y la veintena son un buen momento para empezar a definir tu estilo personal de estudiante. La gente que te rodea se forma, y seguirá haciéndolo, impresiones sobre quién eres basándose en cómo vistes.
Hay cuatro partes principales en el estilo individual de un hombre: las características físicas, los recursos, el entorno físico y profesional, y sus necesidades y deseos internos.
Cuando se trata de características físicas, hay algunas que no puedes controlar y otras que no. Puedes hacer ejercicio y perder grasa o ganar músculo, pero no puedes controlar tu altura, tu tipo de cuerpo genético o los colores de tu pelo, piel y ojos.
Los recursos significan cuánto tiempo y dinero tiene un hombre. Si tienes mucho dinero pero no tienes tiempo, acude a los sastres.
Si no tiene tiempo y tampoco dinero, probablemente querrá esperar a las mejores ofertas del año en torno al Black Friday y al Cyber Monday y comprar al por mayor.
Si tienes más tiempo pero no mucho dinero, puedes buscar en tiendas de segunda mano.
Tu entorno físico y profesional tiene un efecto enorme tanto en la estética de tu vestuario como en los tipos específicos de materiales que querrás buscar.
No sólo querrás un estilo de ropa diferente, sino que elegirás los tejidos en función del clima y de la naturaleza de tu trabajo.
En cuanto al estilo estudiantil, puede que no conozcas exactamente los trabajos que te esperan, pero puedes observar la forma en que suelen vestir los hombres con estilo en tu campo y empezar a prepararte para ello.
Dentro de estas tres áreas también tendrás en cuenta tus deseos personales: cómo vas a expresar tu propia personalidad.
Cuando reúnas todos estos factores, se fusionarán en algo que puedes llamar tu marca de estilo personal.
#2. Conoce tu historia
Si estudia la evolución de la moda masculina, se dará cuenta de que hay prendas básicas que nunca parecen pasar de moda, que mejoran con los años.
Los relojes se convierten en reliquias.
Los zapatos adquieren un carácter único.
Si inviertes una cantidad relativamente pequeña en una prenda básica realmente buena, como una pequeña maleta de piel de calidad, seguirás utilizándola a los 40 años.
#3. Deja de pensar que tu educación es todo lo que necesitas
Hacer un buen papel en un programa de estudios respetado no te exime de mejorar tu estilo estudiantil.
No cabe duda de que te abrirá las puertas, pero en cuanto entres en la entrevista y no te veas ni actúes como es debido, estarás traicionando las expectativas. Probablemente no consigas el trabajo o, si lo consigues, no durarás mucho.
La gente no quiere tener que tratar con alguien que no tiene habilidades interpersonales o que no se preocupa lo suficiente por presentarse con un aspecto respetable, aunque sea bueno en lo que hace.
#4. Construye un estilo de estudiante intercambiable
Compra prendas que puedas ponerte una y otra vez sin que la gente las reconozca como el mismo conjunto.
Es difícil exagerar lo poderoso que es esto – si usted tiene:
- tres trajes
- tres pares de zapatos
- tres camisas
- tres corbatas y
- tres pañuelos de bolsillo
que son 100% intercambiables, tendrías 81 conjuntos.
Eso es suficiente para pasar casi tres meses sin llevar lo mismo dos veces. La intercambiabilidad te da más opciones por menos dinero y, con suerte, significa que en lo que sí gastas dinero puedes invertir un poco más.
#5. Preséntate como la mejor opción – A diario
Debes tener un uniforme diario que esté un paso por encima del resto. Cuando los responsables de selección de personal van a una universidad, saben que se encontrarán con docenas de estudiantes con un alto promedio académico y sólidas credenciales.
La decisión a menudo se reduce al envoltorio: ¿quién sabe cómo presentarse y vender realmente sus habilidades?
#6. Olvídate de los logotipos sobredimensionados
Este es literalmente el mayor y más obvio signo de MAL estilo estudiantil.
La única excusa para llevar un logotipo enorme es que la empresa te pague por llevarlo. Si no, ¿por qué ser un anuncio andante? Llevar un logotipo pequeño o no llevarlo es la opción con más clase.
#7. Practica la pirámide del estilo
El ajuste, el tejido y la funcionalidad forman la pirámide del estilo. Cualquier cosa que te pongas debe ajustarse a tu cuerpo, ser adecuada para la ocasión y estar confeccionada con el mejor tejido que puedas permitirte.
Cuando empiezas, tienes que vigilar cada céntimo, así que puede que todavía no sea tan impresionante. Sin embargo, tan pronto como empieces a ganar dinero, asegúrate de mejorar lo básico.
#8. Cuando se trata del pelo, piensa en el futuro
Los 20 años son el momento de divertirse con esto. Si quieres afeitarte la cabeza, teñirte el pelo o dejarte barba, hazlo.
Pero ten en cuenta que durante la temporada de entrevistas es posible que quieras moderarlo un poco.
Para ir a la entrevista hay que estar completamente seguro de uno mismo, y uno se siente seguro cuando tiene las cosas bajo control y van según lo esperado.
Eso significa que no deberías acudir a tu colega del pasillo que corta el pelo por diversión dos días antes de la entrevista. Aunque no te quede tan mal, tu confianza se irá al garete.
#9. Tener una rutina de aseo
Es importante tener una rutina de aseo personal para que las oportunidades imprevistas no te pillen desprevenido.
Cuando la gente de una empresa en la que te encantaría trabajar viene al campus y dice que le gustaría invitar a algunos estudiantes a comer, quieres estar pensando en traer tu mejor juego, no en que te olvidaste de limpiarte las uñas.
Para superar este problema, debes tener una rutina de aseo personal.
- Fija una fecha al mes para ir a un peluquero de confianza.
- Fija una hora cada semana para cortarte las uñas.
- Fija un momento cada día para afeitarte durante la temporada de entrevistas.
Mantén las cosas bajo control sistematizándolo todo.
#10. Consigue Valor Líquido
No, no estoy hablando de chupitos de Wild Turkey antes de dar una presentación. Hablo de un aroma característico.
Una vez que te hayas acostumbrado a un aroma y hayas formado una asociación positiva con él, empezará a calmarte al instante y a aumentar tu confianza.