Los científicos de la Universidad de los La Sapienes romanos han desarrollado un método por el cual una persona puede ser rastreada con una precisión del 95.5 %. Para esto, es necesario que esté en el área de recubrimiento de Wi-Fi, incluso sin teléfono.
Mientras funciona el punto Wi-Fi, emite una señal. Al reunirse con el cuerpo humano, esta señal se distorsiona de cierta manera: la fase y la amplitud de las ondas electromagnéticas cambian. La información sobre estas distorsiones sugiere analizar a los científicos. Lo recolectan, lo impulsan a través de redes neuronales y reciben una traza biométrica según la cual puede rastrear a una persona específica.
Este método de observación puede resolver potencialmente el principal problema de observación a través de cámaras: la complejidad de la reidentificación. Hoy, una persona se iluminó en una celda, pero no golpeó a la otra mañana, y eso es todo. Y a través de Wi-Fi será posible determinar exactamente si había una persona en el área de cobertura o no. Las caras, por supuesto, no se pueden ver, pero nada le impedirá usar Big Data en el futuro para comparar datos con personas reales.
En 2020, otra compañía ya ofreció una tecnología de seguimiento similar, pero era precisa solo en un 75 % y a menudo se equivocaba.