Una relación sana y feliz, en la que hay mucho amor, comprensión y cuidado mutuos, es el sueño de muchas personas.
Pero a veces, incluso en estas parejas, uno de los miembros de la pareja puede sentirse cansado. Si notas cambios similares en tu condición, no te apresures a tomar decisiones, porque esto no significa que el amor haya pasado. Sentirse cansado es una señal de que es hora de que prestes atención a tu comportamiento y a la dinámica de tu relación en general. A continuación se muestran algunas posibles razones por las que se siente apático y cansado.
1. Te sientes cansado por el estrés acumulado.
La vida siempre está llena de riesgos, desafíos y, como resultado, preocupaciones. Si no sabes cómo deshacerte de la tensión, ésta se acumulará y te presionará. Incluso si hay armonía en tus relaciones, el estrés crónico puede distorsionar enormemente tu percepción de la realidad. Puede que pierdas el control de tus emociones, transfieras tu enfado a tu pareja o simplemente pienses que la chica no te apoya lo suficiente. En este caso, su ser querido absorbe toda su negatividad y ambos se sienten agotados.
2. Te cansas de la rutina
Al comienzo de una relación, parece que la comunicación con una persona siempre será fácil e interesante, y su vida será rica. Pero incluso los sentimientos más fuertes se vuelven menos intensos con el tiempo y la previsibilidad puede crear una sensación de estancamiento. Empieza a parecerte que la relación no va a ninguna parte, no hay novedad ni emoción en ella. A nivel de tu mente entiendes que todo está bien para ti, pero en tu interior crece el cansancio por la rutina y la monotonía.
3. No tienes suficiente energía para las relaciones.
Mantener una relación sana y feliz es un trabajo que requiere tiempo, esfuerzo y compromiso emocional. Si constantemente se siente cansado, agotado emocionalmente y está pasando por un período difícil, entonces no le quedan recursos para su vida personal. Su bienestar puede verse afectado por dificultades para comunicarse con sus seres queridos, problemas en el trabajo, mala salud, errores y fracasos. La falta de un diálogo honesto con una chica, así como tu falta de atención hacia ti mismo, pueden en última instancia afectar tu relación.
4. Suprimes tus necesidades.
El deseo de mantener la armonía en una relación puede llevar al resultado exactamente opuesto si periódicamente te olvidas de tus propias necesidades. Esto puede manifestarse en miedo a expresar su insatisfacción, pedir ayuda, contarle a su pareja sus deseos o parecer egoísta. Cuanto menos hables de lo que realmente te importa, más cerca estarás de la decepción, del resentimiento y de la sensación de que tu relación se está convirtiendo en una pesada carga.
5. No pasas tiempo solo
Si tú y tu novia pasan tiempo juntos constantemente (viven en el mismo departamento, se relajan en la misma compañía, van a todas partes solos los dos), esto puede volverse aburrido rápidamente. No importa cuán fuertes sean tus sentimientos, necesitarás estar a solas contigo mismo. Sólo en soledad puedes exhalar de verdad, pensar en las cosas importantes que te preocupan, aliviar la tensión acumulada y, si lo deseas, sentarte.
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6. Tus expectativas no coinciden con la realidad.
Cuando inicias una relación, ya tienes en tu cabeza una imagen ideal de tu vida en común. Te imaginas cómo tú y tu novia pasarán tiempo juntos, compartirán sus pasatiempos, resolverán conflictos con calma y llevarán una vida juntos fácilmente. Pero la realidad no siempre cumple con tus expectativas. Y por lo tanto, incluso una relación completamente feliz y cómoda puede parecerle menos que ideal. Cada vez que hay una brecha entre tu idea de perfección y la realidad de las cosas, puedes sentirte frustrado y cansado.
7. Comparas tus relaciones con las de otras personas.
Hay muchos ejemplos de relaciones ideales a tu alrededor: se muestran en películas, series de televisión, redes sociales y publicidad. Ves parejas felices que viajan juntas, se hacen regalos caros y nunca se pelean. Subconscientemente, puedes empezar a comparar tus relaciones con la ilusión de perfección que crean los demás. Por supuesto, en esta comparación, su vida personal parecerá menos brillante, rica y feliz. Especialmente si percibes todo lo que te dicen o muestran como verdad.
8. Extrañas la gratitud y el reconocimiento de tu pareja.
En cualquier relación, especialmente en las románticas, es importante sentirse necesario y valioso. Si te esfuerzas por crear comodidad y seguridad, muestras atención, cuidas a una chica y ella no te expresa gratitud a cambio, puedes sentirte desapercibido. Con el tiempo, es posible que dejes de poner tanta energía en la relación como antes porque no obtienes ningún beneficio. Como resultado, te enfrentas a la apatía y la fatiga.
9. Tú cambias, entonces tus necesidades se transforman.
No te quedas quieto: aunque tu vida no cambie mucho, internamente creces y te desarrollas. Sus intereses, puntos de vista, deseos y necesidades se transforman con el tiempo. Lo que te trajo alegría al comienzo de la relación puede no ser suficiente en esta etapa, y está bien. Si los socios no crecen juntos y no se adaptan a los cambios del otro, surge la distancia entre ellos. De aquí surge el sentimiento de fatiga en la relación: te das cuenta de que ya no satisface tus necesidades.
10. Te olvidas de ti mismo como persona.
Desafortunadamente, en una relación es bastante fácil olvidarse y perderse: olvidarse de sus propios intereses, necesidades y objetivos. Puede dedicar todo su tiempo y energía a su pareja, mientras deja en un segundo plano a su familia y amigos, sus pasatiempos y, a veces, incluso su carrera y la preocupación por su salud. Este comportamiento, a la larga, te hará sentir vacío y cansado de la relación, incluso si realmente te sientes feliz en ella. Recuerde: para mantener la armonía interior consigo mismo, es importante dedicar tiempo a todas las áreas principales de la vida, y no solo a una.