Los actos impulsivos a menudo parecen inofensivos: piense, comió un pastel extra, gastó dinero en algo innecesario, escribió un mensaje a los primeros a las dos de la mañana.
Pero detrás de esto está la misma debilidad: la incapacidad para resistir la tentación. Cada vez que sucumbes al momento, entrena el hábito de perderte.
La fuerza de voluntad funciona al revés: cuanto más a menudo la uses, más fuerte serás. Aquí hay trece maneras que lo ayudarán a dejar de actuar impulsivamente y aprender a mantener el control incluso donde solía parecer imposible.
1. Date cuenta de los desencadenantes
El primer paso es comprender qué desencadena exactamente su impulsividad. Puede ser estrés, fatiga, aburrimiento o una situación específica: publicidad en el teléfono, el olor a comida, la disponibilidad de alcohol. Hasta que note el momento en que se enciende el automatismo, no puede detenerlo.
Durante la semana, escriba todos los casos cuando sucumbiste a la tentación, circunstancias registradas, emociones e incluso la hora del día. En un par de días verá patrones, y puede trabajar con ellos.
2. Crea una pausa
El impulso siempre requiere una acción inmediata: compre ahora, coma de inmediato, responda al instante. Su tarea es insertar una pausa deliberada entre el deseo y la acción. Incluso un breve diez segundos dan la oportunidad de encender el pensamiento racional y abstenerse de un acto impulsivo.
Cuando aparece un deseo, lea a diez o respire profundamente: suena primitivo, pero esta brecha rompe una reacción automática.
3. Visualizar las consecuencias
El cerebro se seduce fácilmente por una recompensa instantánea, porque no ve las consecuencias a largo plazo, pero si presenta la imagen un poco más, entonces el poder de la tentación cae bruscamente.
Por ejemplo, antes de gastar dinero en un dispositivo innecesario, imagine cómo al final del mes lamentarás una billetera vacía y comerás pasta solo. Y antes de pedir comida rápida, visualice la pesadez en el estómago y la culpa que vendrá un poco más tarde. Cuanto más clara sea la imagen, más débil es la tentación.
4. Reduce la energía
El impulso no es solo un pensamiento, es un aumento de energía en el cuerpo. Si no lo descarga, seguramente sucumbirá a la tentación.
Para evitar esto, cambie inmediatamente a la acción física, haga empuje, salga a caminar, retire la habitación. La actividad muscular da una salida a las emociones y reduce el poder del deseo.
5. Instale la regla “nunca”
Cuando tienes “agujeros” en las soluciones, el cerebro siempre buscará excusas, pero si la regla es difícil, entonces no hay nada que aferrarse a la tentación.
Esto es lo que puedes decirte a ti mismo: “Nunca escribo el primero”, “Nunca como dulces después de las diez por la noche”, “Nunca tomaré préstamos para compras impulsivas”. La absolutabilidad de la redacción elimina el campo para la negociación, por lo que será más fácil resistir las acciones precipitadas.
6. Use el principio de retraso
Si la regla es “nunca” demasiado radical, se puede aplicar el principio de “más tarde”.
Dígase la frase “Lo compraré mañana” o “Lo comeré en media hora”; la mayoría de los deseos se desvanecen si no los satisfacen de inmediato.
Antes de hacer algo, tome el temporizador durante veinte minutos en la mitad de los casos, el feroz deseo se debilitará o desaparecerá por completo.
7. Retire la tentación del medio ambiente
La fuerza de voluntad no es ilimitada: si constantemente mantiene una tentación ante sus ojos, gasta el recurso en vano.
Elimine los productos dañinos de la casa, cancele la suscripción de las tiendas con acciones, elimine los contactos de las personas con las que corre el riesgo de separarse nuevamente. Cuanto menos desencadenantes estén cerca, menos frecuencia tendrá que lidiar con ellos.
8. Desarrollar la autoobservación
La impulsividad a menudo se debe al hecho de que no nota el mismo momento de elección, porque la decisión se toma casi sin la participación de la conciencia. Para cambiar esto, debes desarrollar la habilidad para verte a ti mismo.
Detente varias veces al día y haz la pregunta: ¿Qué estoy sintiendo ahora y por qué estoy haciendo esto? Esta práctica de “meta -proposición” lo elimina del automatismo y le permite actuar conscientemente.
9. Crea premios alternativos
Si elimina por completo el placer, la psique comienza a resistir: es mucho más eficiente reemplazar el impulso con una recompensa más saludable.
Por ejemplo, en lugar de dulces, elija frutas o una barra de proteínas, y en lugar de gastos sin sentido, desestimando una pequeña cantidad para un objetivo grande. Lo principal es no quitarle la alegría, sino redirigirla.
10. Fortalecer el hábito de pequeñas victorias
Los trenes de fuerza de voluntad como músculo: los pequeños esfuerzos regulares lo hacen más poderoso.
Comience con las pequeñas cosas: abandona la segunda taza de café, no abra las redes sociales durante las primeras dos horas después de despertarse, retire la mesa todas las noches. Estas pequeñas victorias crean la base para hacer frente a tentaciones más grandes.
11. Use el control social
Cuando estás solo, es muy fácil justificar cualquier desglose, pero si tienes un observador, se vuelve más difícil.
Dígale a un amigo o alguien cercano a su objetivo y pídale que le pregunte periódicamente cómo sus éxitos. Puede tener un grupo de apoyo o comenzar a mantener un diario público para sentirse responsable ante alguien. La presión social es un poderoso antídoto contra la impulsividad.
12. Trabajar con el nivel de energía
A menudo sucumbimos a la tentación no por la debilidad del carácter, sino porque el cuerpo es fatiga exhausto, falta de sueño y una deficiencia de nutrientes hace que el cerebro sea menos resistente a las tentaciones.
Mira el sueño, come comida completa, descansa regularmente, una persona llena de fuerza, con mucha menos frecuencia actúa de manera impulsiva.
13. Mantenga sus grandes objetivos ante sus ojos
La impulsividad es la vida de “aquí y ahora” sin tener en cuenta el futuro. Para resistirla, debes recordarte constantemente lo que eliges la conciencia.
Prepare sus objetivos y cuelgue donde esté con mayor frecuencia, por ejemplo, en una pared en una computadora. Cuando vea que desea tener éxito en la aptitud física, acumularse en un apartamento o establecer relaciones, las tentaciones momentáneas pierden el significado.