La paciencia y la resistencia son cualidades valiosas que le ayudan a afrontar el estrés, tomar decisiones informadas y construir relaciones saludables.
Cada persona puede desarrollarlos en sí misma; Lo principal es encontrar tiempo y energía para entrenar regularmente. Si no sabes por dónde empezar, no te desesperes. Hay varias acciones simples que lo llevarán rápidamente a la meta deseada.
1. Haz una pausa antes de responder
En el momento en que una persona te provoque, te critique o te haga una pregunta ambigua, intenta contenerte. La primera reacción ante este comportamiento suele ser impulsiva. Por eso es importante hacer al menos una breve pausa antes de responder.
Tómate unos segundos para pensar en tus palabras. Este retraso le permitirá formular correctamente su respuesta y hacerla más equilibrada. Mantendrás el control sobre la situación y luego no te arrepentirás de lo que dijiste.
2. Dé respuestas discretas.
En la mayoría de situaciones, especialmente cuando se trata de contacto con personas desconocidas, trate de dar respuestas comedidas. Para ello, no es necesario que ocultes tus sentimientos; basta con aprender a expresarlos de manera constructiva. Evite la agresión, el sarcasmo y el color emocional excesivo. En lugar de ello, habla con calma y confianza, expresando tus pensamientos de forma clara y concisa.
La moderación le permitirá transmitir eficazmente su punto de vista a su interlocutor y, por tanto, llegar a un entendimiento mutuo.
3. Utilice su tiempo de espera de manera productiva.
La espera es inevitable: no todas las tareas se pueden completar rápidamente. Puedes enojarte o irritarte por los retrasos, o puedes cambiar tu actitud hacia ellos. El tiempo que tenga que esperar podrá aprovecharlo productivamente. Cambie a otra tarea, aprenda algo nuevo, haga una lista de tareas pendientes, etc. Si puede utilizar su tiempo de espera para desarrollarse, podrá reducir significativamente sus niveles de estrés.
4. Aceptar a las personas tal como son
Una de las mayores fuentes de decepción e irritación es el deseo de cambiar a las personas. Puede que le parezca que comprende algo mejor, sabe más, puede dar el único consejo correcto, etc. Sin embargo, cada persona es única, y sus objetivos, valores y visión de la vida no tienen por qué coincidir con los demás.
En lugar de criticar a otras personas o intentar cambiarlas, trate de aceptarlas tal como son. Concéntrate en tus reacciones y en lo que puedes hacer para interactuar eficazmente con la persona.
5. Desarrollar la empatía
La empatía es la capacidad de comprender y empatizar con las emociones de otras personas. Al desarrollar esta habilidad, te vuelves más tolerante y comprensivo. Trate de ponerse más a menudo en el lugar de otra persona, considere la situación desde su punto de vista, piense qué factores pueden influir en su comportamiento.
Mostrar empatía no sólo mejorará tus relaciones con los demás, sino que también te ayudará a comprenderte mejor a ti mismo y a tus propias reacciones ante los estímulos externos.
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6. No pongas el listón demasiado alto para ti y los demás.
La búsqueda de la perfección a menudo conduce a la decepción y la insatisfacción. Esperas de ti mismo una perfección inalcanzable y exiges que otras personas cumplan con tus altas expectativas.
Es importante aceptar el hecho de que las personas ideales no existen: cada uno tiene sus propios defectos, comete errores y no se comporta como le gustaría. Por lo tanto, establezca metas y expectativas realistas basadas en hechos, promesas y oportunidades específicas. En tales condiciones será mucho más fácil tener paciencia.
7. Aprende a perdonar
El resentimiento es una pesada carga emocional que te impide avanzar. En lugar de dejar ir la situación, aceptar las acciones de la persona y liberarse de los sentimientos negativos, se ahoga en el sufrimiento. Al estar en un estado tan vulnerable, pierdes el control sobre ti mismo y tus emociones.
Aprenda a perdonarse a sí mismo y a los demás; acepte el hecho de que todos tienen derecho a cometer un error. Al deshacerte de la carga de los agravios, podrás volverte más tolerante y compasivo.
8. Busca lo positivo en cada situación
Incluso en la situación más difícil, a primera vista, puedes encontrar algo bueno. Trate de prestar más atención a los aspectos positivos: probablemente saldrá de cualquier problema con nuevos conocimientos y habilidades, lecciones valiosas, experiencia, etc.
Trate de percibir los problemas como oportunidades de crecimiento y desarrollo. Esta mentalidad fortalecerá significativamente su resistencia al estrés y le permitirá gestionar mejor sus emociones.
9. Recuerda tus valores y objetivos
Siempre que sienta que está perdiendo la paciencia, recuerde sus objetivos y valores. Si tienes en mente el resultado deseado, te resultará más fácil controlar tus emociones. Sabrás lo que estás intentando. Centrarte en tus valores también te ayudará a mantener la calma y pensar con claridad. Lo que usted cree respaldará su resiliencia interior incluso en las situaciones más difíciles.
10. Descanse y recupérese regularmente
No puedes esperar de ti mismo paciencia y resistencia si vives constantemente en un estado de estrés y fatiga extrema. Es importante reservar periódicamente un tiempo para descansar bien y recuperarse.
Dedica al menos una hora todos los días a realizar actividades que te proporcionen placer y te ayuden a relajarte. Esto podría ser leer libros, caminar en la naturaleza, realizar actividad física, su pasatiempo favorito o comunicarse con sus seres queridos. Recuerde que tiene un suministro limitado de recursos que requiere una reposición constante.