Rara vez nos vamos a la cama sintiendo que nuestro día ha ido bien. Pero imagina lo agradable que sería prepararse para ir a la cama si en lugar de estrés y ansiedad sintiera satisfacción. La buena noticia es que esto se puede arreglar. Solo tiene que hacer un poco de esfuerzo: comenzar a realizar acciones que le ayudarán a crear una atmósfera confortable y restablecer la armonía consigo mismo.
1. Haz lo más difícil y desagradable por la noche.
Deja de dejar para mañana las tareas más difíciles y desagradables. Piénsalo: si los completas antes de que llegue el nuevo día, te liberarás del peso de la responsabilidad y la culpa. En consecuencia, te quedarás dormido con la sensación de que te has hecho la vida mucho más fácil, al menos durante las próximas 24 horas.
Si la tarea que tienes que completar es demasiado grande y entiendes que no podrás realizarla en un día, no te preocupes. Divídelo en varias partes y haz al menos algo hoy. A veces dar el primer paso es lo más difícil, así que intenta que las cosas avancen y mañana lo agradecerás.
2. Prepara con antelación todo lo necesario para mañana
Imagínese lo agradable que será despertarse por la mañana sabiendo que la mayor parte de su rutina ya se ha completado. Puedes empacar tu ropa por la noche, preparar el almuerzo, hacer una lista de tareas del día, pensar en lo que desayunarás. Además, incluso pequeñas cosas como consultar el pronóstico del tiempo o planificar una ruta pueden evitarle un estrés innecesario.
El hábito de prepararse con antelación para un nuevo día le reduce la carga y le ahorra tiempo por la mañana. Puedes evitar las prisas, empezar el día de forma más productiva o dormir más si es necesario.
3. Desactiva las notificaciones
Está claro que estar conectado es a la vez un deseo y una necesidad. Pero por la noche, cuando te sientes cansado y quieres relajarte, ya no tienes fuerzas para distraerte con notificaciones constantes.
Intenta reservar al menos una hora y media antes de acostarte exclusivamente para ti. Esto significa que no hay distracciones al enviar mensajes, navegar por chats de trabajo o consultar el correo electrónico. Informe a sus seres queridos que no estará disponible a una hora determinada y no dude en configurar el modo “No molestar” en su teléfono inteligente. Esto le dará la oportunidad de relajarse, concentrarse en usted mismo y en sus sentimientos y prepararse tranquilamente para ir a dormir.
4. Haz algo bueno por ti mismo
Después de un día ajetreado, lo mejor es tomarse al menos un poco de tiempo para uno mismo. Cambie su enfoque a sus necesidades y deseos. Haga algo que le levante el ánimo: prepare su bebida favorita, tome algo sabroso de camino a casa, salga a caminar con música en los auriculares, encuentre tiempo para ver un nuevo episodio, pida algo en lo que haya estado pensando durante mucho tiempo, etc.
No subestimes la importancia de este hábito. Cuando dedicas tiempo, energía y esfuerzo a ti mismo, repones tu energía y estableces armonía contigo mismo.
5. Renunciar a obligaciones innecesarias
Puede que le parezca que es responsable de literalmente todo: del trabajo de toda la empresa, del bienestar de sus seres queridos, de la solución de los problemas de otras personas. Bajo la presión de los demás, las circunstancias o el sentido del deber, asumes un número exorbitante de obligaciones. No es de extrañar que te sientas agotado al final de cada día.
La clave para la satisfacción con la vida es aprender a decir no. Antes de volver a aceptar algo, primero plantéese ciertas preguntas: “¿Es esto realmente importante para mí?”, “¿Quiero hacer esto?”, “¿Esto no contradice mis intereses?”
Sé lo más honesto contigo mismo posible y recuerda que antes que nada debes centrarte en tus propias necesidades, deseos y capacidades. Cuantas menos obligaciones tengas sobre tus hombros, más tiempo y energía ahorrarás para algo realmente importante.
6. Evalúe su progreso hoy
Antes de irte a la cama, tómate al menos unos minutos para revisar tu progreso del día. Una aclaración importante: esto no significa que debas reprocharte lo que no tuviste tiempo de hacer. Vea esto como una oportunidad para ver lo que ha logrado y cómo ha cambiado, incluso si a primera vista estas cosas parecen insignificantes.
A menudo te concentras en lo que aún queda por hacer, mientras ignoras tus éxitos. Para conciliar el sueño cada vez con una sensación de satisfacción, con la sensación de que se está avanzando, es necesario hacer un balance del día con regularidad. Es mejor si marcas las tareas completadas en tu tabla de tareas pendientes o anotas tus logros en notas. Releyendo estas entradas antes de acostarse, se asegurará al menos de buen humor.
7. Crea un ambiente tranquilo antes de acostarte.
Puedes vivir en una tensión constante debido al estrés, la ansiedad y una gran cantidad de tareas y ni siquiera darte cuenta. Mientras estés en este estado, no podrás descansar adecuadamente. Recuerde: antes de acostarse, es especialmente importante crear un ambiente tranquilo y relajado para preparar tanto el cuerpo como la mente para reiniciarse.
Aunque no puedes influir en los problemas globales, puedes controlar el pequeño mundo en el que vives. Antes de acostarse, trate de crear a su alrededor condiciones cómodas para conciliar el sueño: luz tenue, actividades relajantes, aire fresco.
Es ideal si creas tus propios rituales que le indiquen a tu mente que es hora de descansar. Puedes tomar una taza de té, bañarte, leer un libro o simplemente sentarte en silencio y observar tus pensamientos. En general, elige algo que se adapte a tus gustos y convierte estas acciones en un hábito.
8. Descarga tu cabeza
No te vayas a la cama si algo te molesta. No importa lo que sea: problemas no resueltos, planes alterados, ansiedad por el futuro o recuerdos oscuros: repetir estos pensamientos una y otra vez definitivamente impedirá que se relaje y descanse bien. No sólo te resultará difícil conciliar el sueño, sino que también te sentirás agotado por la mañana.
Intenta descargar tu cabeza antes de acostarte. Puedes hacerlo de diferentes maneras: si hay alguien que pueda escucharte, genial, escribe o llama a esta persona. Incluso una breve conversación sobre lo que le preocupa puede ayudarle a liberar sus emociones y recuperar el equilibrio.
Si por alguna razón no quieres compartir tus pensamientos, tampoco es un problema. Intenta reservar media hora antes de acostarte para dedicarte a tu pasatiempo favorito, darte un baño relajante o leer. Esto le ayudará a calmarse y prepararse para ir a dormir.