La vida no es un regalo, pero por alguna razón, muchos de nosotros una y otra vez nos sumergimos en una relación, donde no es un día sin un drama.
Y solo con el tiempo comienza a ver los patrones, para averiguar con quién no debe contactar con quién desea mantener la calma y no quemarse emocionalmente.
Aquí hay diez tipos de personas que llevan el caos a cualquier empresa. Cuanto antes los reconozca, más fácil será mantener sus nervios y construir relaciones normales.
1. Sacrificio eterno
Tal persona nunca tiene la culpa. Si arrojó algo, entonces solo porque alguien más organizó una conspiración contra él. Y él llegó tarde porque el transporte no fue e ignoró su cumpleaños, porque “mal recordado”.
Trate de ofrecerle una solución al problema, lo rechazará. No necesita corregir la situación, porque todo lo que quiere es lástima. Y cuanto más invertirás, más te atraen a este círculo interminable de quejados y acusaciones. En algún momento, estarás cansado de ser un salvavidas, especialmente si una persona no quiere cambiar.
Junto a una víctima así, no notarás cómo comenzarás a dudar de ti mismo: ¿tal vez tienes la culpa? ¿Quizás no ayudaste lo suficiente? Y ahora estás en una trampa emocional.
2. Instigador
Pasas con calma la noche, todo está bien, y luego lanza: “¿Has oído lo que dijo sobre esa chica?” Y se apresuró: este hombre parece vivir debido a conflictos, y está aburrido sin una disputa o una disputa.
A menudo detrás de esto es la incertidumbre y el deseo de sentirse importante, al menos por un tiempo. Pero sea cual sea la razón, el resultado es solo: te ves obligado a rastrillar las consecuencias, a reconciliar a las personas y suavizar la atmósfera nuevamente.
Si no participa en la discusión, el instigador puede provocarlo directamente. Es importante para él que alguien estalla, así que se siente significativo.
3. Narciso
Todas las conversaciones siempre giran alrededor del narciso, y cuando intentas decir algo, él muestra todo el camino cuán aburrido, interrumpe o intenta eclipsar tus noticias con su historia.
Intente insinuar que la comunicación se basa en la reciprocidad, y se encontrará con ofensiva o acusaciones. Las narcisiones no perciben críticas y no saben cómo simpatizar realmente. Pueden ser encantadores y carismáticos, pero con el tiempo queda claro: no eres un socio en esta relación, sino un espectador o un oyente conveniente.
4. Los chismes
Al principio, esto es divertido, porque el chisme siempre viene con las últimas noticias y rumores. Pero con el tiempo, queda claro: si esta persona le dice los secretos de otras personas, entonces suyo a otra persona.
Automáticamente comienza a perder la confianza de los demás simplemente porque se comunica con él. Y el chisme en sí, muy probablemente, ni siquiera piensa en lo que destruye las relaciones de otras personas. Por lo tanto, mantenerlo a distancia es una gran solución.
Es especialmente peligroso si una persona así trabaja con usted o entra en su círculo cercano. Sus palabras pueden afectar su reputación, carrera y relaciones con otras personas.
5. Triangulador
¿Tiene una queja para ti? No, él no te lo dirá, pero la discutirá con tus amigos comunes. Aprenderá sobre el conflicto de terceros, y el problema inocente se convierte en una cabina grupal, donde todos eligen, qué lado tomar.
Estas personas explican su comportamiento por el hecho de que simplemente tenían que hablar, pero en realidad destruyen la confianza. En lugar de una conversación directa, se obtiene una telenovela con exceso de espectadores.
La triangulación es una forma de manipulación, e incluso si intentas resolver todo, la situación se desarrollará de acuerdo con el escenario de otra persona donde ya no controlas lo que está sucediendo.
6. El amigo envidioso
Comparte alegría, y su amigo apenas sonríe e inmediatamente traduce el tema o al pasarlo deprecia sus logros. Las relaciones con él se convierten en una competencia, aunque no ibas a participar en ellas en absoluto.
Con el tiempo, usted mismo comienza a hablar menos sobre lo bueno, para no causar incomodidad. Pero esta ya no es una amistad real, si no puede ser sinceramente regocijándose el uno con el otro.
Y lo más desagradable: comienzas a dudar de ti mismo. En lugar de orgulloso de sus éxitos, está tratando de justificarlos o no hablar de ellos en absoluto.
7. Catastrófica
Tales personas convierten cualquier bagatel en una tragedia. Es difícil para ellos hacer frente a la incertidumbre, e infectan a todos. Estás todo el tiempo en el campo minado: intentas no provocar una nueva histeria, e incluso si entiendes de dónde proviene este comportamiento, entonces todavía se agota.
Con una persona así, sientes ansiedad constante, como si tuvieras que ser su terapeuta, solo nadie te preguntó al respecto.
8. Eternamente desorganizado
Esta persona olvida constantemente todo, es tarde, no habla, y cada vez que se ve obligado a corregir la situación por la que no es responsable.
A veces esto se debe al TDAH u otras características, pero el hecho sigue siendo: está cansado de ser su gerente.
El problema no está tanto en errores como que una persona siempre organizada no saca conclusiones, y en algún momento comienzas a sentir un amigo, sino un padre.
9.
Estas personas siempre deben estar en el centro de los eventos. Tienes un día importante, de repente organizan un drama, alguien comparte las noticias, inmediatamente interrumpen su tragedia personal.
Este comportamiento se forma en la infancia como una forma de obtener al menos algo de atención de los demás. Pero notas rápidamente que cada reunión con ellos se convierte en un espectáculo, donde eres solo un espectador.
Pueden llorar, argumentar, culpar, solo para atraer puntos de vista nuevamente, y cada vez que se desvanece cada vez más, porque es imposible apoyarlos constantemente emocionalmente sin daño.
10. Maestro de agresión pasiva
Nunca dirá directamente lo que está enojado o qué no está satisfecho. En cambio, el sarcasmo, las frases afiladas, el olvido “aleatorio” o el silencio indicativo volarán en su dirección.
Estás constantemente adivinando con un amigo así: ¿realmente olvidó o es una pista? ¿Está bien o está ofendido? Tales relaciones se convierten en un juego interminable en el que es imposible ganar, pero todo porque él no sabe cómo o no quiere hablar honestamente sobre sus sentimientos. Y tienes que pagar por esto con tu calma.
En comunicación con él, estás en tensión constante, porque es imposible relajarse cuando no entiendes dónde está la verdad y dónde está la manipulación.