¿Alguna vez has notado que hay personas que parecen no saber qué es el estrés?
Se sientan tranquilamente en una habitación llena de gente, se comunican fácilmente con los demás y un aura invisible de calma parece envolverlos.
A menudo se debe al lenguaje corporal: aquí tienes algunos gestos que te ayudarán a parecer relajado y seguro en cualquier situación.
1. Deja caer los hombros
Lo primero que la gente nota cuando estás estresado son tus hombros. Cuando te sientes estresado o ansioso, tus hombros parecen elevarse hacia las orejas, tirando del cuello hacia adentro y todo tu cuerpo parece tenso.
Prueba esto: baja conscientemente los hombros, siente cómo se relajan y parecen “exhalar” contigo. Haz unos movimientos circulares lentos con ellos hacia adelante y hacia atrás, como si te estuvieras quitando toda la carga del día.
Cada vez que te sientes o te levantes, revisa tus hombros. Si están apretados, inhala profundamente, exhala lentamente y suéltalos. Después de algunas repeticiones, esto se convertirá en un hábito y los demás comenzarán a percibirlo como una persona tranquila y serena.
2. Mantenga el contacto visual
Cuando miras a alguien a los ojos con confianza, creas una impresión de confianza y calma.
Pero es importante lograr un equilibrio: mirar fijamente durante demasiado tiempo puede parecer agresivo o causar incomodidad. Lo ideal es mirar a los ojos durante unos tres a cinco segundos, luego apartar la mirada discretamente y devolverla nuevamente.
Cuando hable con un colega o conocido, mantenga la mirada suave, sin “extender la mano” en busca de agresión. Si sientes ansiedad interior, recuerda: tus ojos muestran tu implicación y la implicación es un signo de confianza.
Y si no puede mirar directamente a los ojos, centre su mirada justo debajo de los ojos del interlocutor, en el puente de la nariz o en la parte superior de las mejillas. Exteriormente, parece un contacto visual y le resultará más fácil afrontar la ansiedad.
3. Párese o siéntese en una posición abierta.
Una postura abierta te hace sentir más seguro al instante. Brazos cruzados, espalda rígida, piernas apretadas: todo esto crea la impresión de una persona cerrada y tensa.
Pruebe esto: enderece el pecho, baje los brazos a los lados o colóquelos sobre las rodillas, enderece la espalda. Tus movimientos se volverán más suaves y tu estado interior se volverá más tranquilo.
Esta técnica funciona bien en reuniones formales o en empresas desconocidas. Una persona con la espalda recta, el pecho abierto y una postura abierta se percibe automáticamente como más agradable y amigable; los demás se sienten atraídos hacia él porque parece accesible, pero al mismo tiempo seguro.
Incluso cuando esté sentado, no se encorve; mantenga la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las rodillas en un ángulo de noventa grados. Esta postura no sólo te ayuda a lucir relajado, sino que también te hace sentir estable y seguro.
4. Copia el lenguaje corporal de la otra persona.
El reflejo en el espejo no es sólo un truco por diversión. Cuando sigues suavemente los movimientos de la otra persona, se crea un sentimiento de confianza y comprensión mutua.
Por ejemplo, si una persona se inclina hacia usted, inclínese ligeramente hacia atrás y si hace un gesto activo con las manos, repita movimientos similares, pero con naturalidad.
¿Por qué funciona esto? El cerebro percibe la imitación como un signo de acuerdo y simpatía. La persona siente que está en la misma onda y esto reduce la tensión en la comunicación.
Sin embargo, evite la copia directa para que su comportamiento no resulte molesto. Hágalo de manera discreta y ligera para que los movimientos parezcan orgánicos; de esta manera creará una atmósfera cómoda y lucirá naturalmente relajado.
5. Respira profundamente
La respiración está directamente relacionada con el estado interno. Cuando estamos nerviosos, se vuelve rápido y superficial, e incluso si exteriormente estás sentado tranquilamente, el cuerpo delata ansiedad.
La solución es sencilla: respira profundamente y exhala lentamente. Cuente para sí mismo: inhale contando hasta cuatro, contenga la respiración durante dos y exhale durante seis. Después de un par de minutos, el cuerpo lo percibirá como una señal de seguridad.
Además, la respiración profunda ayuda a que su voz suene más suave, sus movimientos se vuelvan más suaves y sus gestos se vuelvan naturales. Empiezas a parecer más sereno y tranquilo, y las personas que te rodean te perciben como una persona segura de sí misma.
Si siente mucha tensión antes de hablar en público o de una reunión importante, pruebe la técnica del “ciclo de respiración corto”: inhale durante tres segundos, exhale durante seis, repita de cinco a diez veces; esto reduce rápidamente la tensión interna.
6. Posición en el suelo
La forma en que colocas o sostienes las piernas también dice mucho sobre tu estado: la inquietud constante, el cruce o los movimientos sin rumbo crean la impresión de ansiedad interna.
Una posición estable de los pies es una señal de confianza. Separe los pies a la altura de los hombros y sienta el suelo debajo de ellos.
Esto no sólo funciona visualmente: de hecho, empiezas a sentirte más “arraigado” en el momento. La estabilidad corporal te da una sensación de control y esto afecta automáticamente tu estado interior.
Si te cuesta mantener una posición durante mucho tiempo, añade un ligero cambio de peso de una pierna a la otra o pausas cortas para mantener el cuerpo activo pero tranquilo.
7. Trate de no inquietarse
La inquietud delata instantáneamente el nerviosismo. Dar golpecitos con los dedos, jugar con un bolígrafo, girar el cabello: estos pequeños movimientos indican inconscientemente a los demás que estás emocionado.
Cuando notes que empiezas a inquietarte, tómate un descanso. Coloque las manos sobre las rodillas o la mesa, sienta el apoyo: esta pequeña acción cambia instantáneamente la forma en que los demás lo perciben, porque parece tranquilo y confiado.
Sin embargo, si la energía de la ansiedad se ha acumulado y necesita colocarla en algún lugar, intente apretar las palmas de las manos y soltarlas; este es un “reinicio” interno sin nerviosismo externo.
8. Asiente de vez en cuando
Un asentimiento es una señal no verbal simple pero muy poderosa que le muestra a la otra persona que estás escuchando atentamente y que entiendes lo que está diciendo.
Pero no se exceda: los leves movimientos de cabeza ocasionales crean una sensación de acuerdo y compromiso, y le ayudan a parecer relajado.
La psicología es simple: el cerebro percibe la comunicación armoniosa como tranquila y cómoda. La gente siente tu participación y comienza a confiar en ti.
9. Mantén tu espacio personal
La invasión del espacio personal crea incomodidad y tensión tanto para quienes lo rodean como para usted mismo, por lo que debe controlar si está violando los límites de otras personas.
La distancia óptima del interlocutor es de cincuenta a un metro para una conversación normal, un poco más para reuniones oficiales. Esta distancia permite mantener la comodidad, la naturalidad y la libertad de movimiento.
Cuando mantienes la distancia adecuada, tus movimientos se vuelven más libres y te sientes relajado. Las personas sienten que comunicarse con usted es seguro y cómodo, lo que significa que lo perciben como una persona segura y serena.