Por qué menospreciar a los demás puede hacerte sentir mejor

Por qué menospreciar a los demás puede hacerte sentir mejor

Las personas a menudo intentan humillarse unas a otras delante o detrás de sus espaldas.

Pero en la mayoría de los casos, la humillación no tiene como objetivo causar dolor a la víctima. El verdadero motivo del abusador es satisfacer sus necesidades más profundas, cuya existencia tal vez ni siquiera sospecha. Por eso, en momentos en los que criticas o ridiculizas a una persona, puedes sentirte mejor.

Por supuesto, el sentimiento de superioridad, fuerza o control sobre la situación será engañoso. Y luego tendrás que afrontar la dura realidad. Si sabes qué te hace sentir bien al humillar a otras personas, podrás detener ese comportamiento destructivo y recurrir a estrategias más efectivas para resolver tus problemas. En este artículo hemos recopilado algunos de los motivos más habituales.

1. Sientes tu poder sobre una persona.

Por qué menospreciar a los demás puede hacerte sentir mejor
Tus acciones pueden estar impulsadas por una necesidad primitiva de dominio y control. Si se siente impotente en cualquier área, como el trabajo, las relaciones o las finanzas, puede buscar instintivamente oportunidades para demostrar su poder. En este caso, tu burla, crítica, actitud desdeñosa o tono autoritario es una forma de demostrarte, en primer lugar, a ti mismo que eres fuerte.

La humillación se convierte en un intento perverso de restablecer el equilibrio de poder, de compensar la falta de influencia. Observas cómo tu interlocutor siente miedo o vergüenza y accede a tus exigencias. Este poder sobre otra persona se convierte para ti en una fuente de placer a corto plazo.

2. Enmascaras tus propias inseguridades.

Las dudas sobre uno mismo a menudo pueden esconderse detrás de la máscara de un agresor. Al humillar a los demás, estás intentando desviar tu atención o la de los demás de tus propios defectos, de ahogar tu voz interior, que te critica constantemente. El momento más fácil para hacer esto es cuando te comparas con alguien que tiene problemas más obvios.

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Al humillar a su interlocutor por sus errores, apariencia, habilidades o puntos de vista sobre la vida, se convence de su propia importancia. Este truco te permite deshacerte temporalmente de los pensamientos negativos sobre ti mismo. Literalmente te dices a ti mismo: “No soy malo, porque hay alguien peor que yo”. Por supuesto, esto no resuelve su problema de incertidumbre, solo lo distrae de pensamientos desagradables.

3. Eliminas las emociones negativas.

Por qué menospreciar a los demás puede hacerte sentir mejor
No todas las personas saben cómo afrontar los sentimientos de forma constructiva. Si, en lugar de tener una conversación sincera con alguien, hacer deporte o canalizar tus sentimientos hacia la creatividad, descargas tus emociones con otras personas, esto no resuelve tu problema. Derramas toda tu negatividad, que a menudo se presenta en forma de humillación.

Un objetivo conveniente puede ser una persona que no esté en absoluto involucrada en sus experiencias. Simplemente encuentras a alguien que es más débil que tú, que no puede o no quiere defenderse. En este caso, la humillación se convierte en una forma de aliviar tu estado emocional. Descargar la negatividad de otras personas puede brindarle una satisfacción a corto plazo. Pero el problema en sí no desaparecerá.

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4. Reprimes la envidia

La envidia es un sentimiento doloroso y destructivo que puedes avergonzarte de admitir incluso ante ti mismo. En lugar de trabajar en uno mismo, deshacerse de las deficiencias y lograr lo que desea, puede elegir el camino más fácil. Al devaluar los éxitos de otras personas, parece demostrarse a sí mismo y a los demás que la persona no es tan buena. Y esto significa que no tienes nada que envidiar.

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Este comportamiento crea la ilusión de igualdad y le brinda un alivio temporal. Sin querer parecer envidioso, intentas hacer el papel de crítico. Sin embargo, la dolorosa comprensión de que ha logrado menos volverá a usted y golpeará su autoestima con renovado vigor.

5. Buscas confirmación de que tienes razón.

Por qué menospreciar a los demás puede hacerte sentir mejor
Todos tendemos a esforzarnos por confirmar nuestras creencias. Si alguien piensa o actúa diferente a usted, puede resultar frustrante porque tendrá que cuestionar su visión del mundo. Humillar a esa persona puede ser una de las formas de demostrar que la verdad está de tu lado y que no tienes nada de qué preocuparte.

Al criticar las opiniones, las decisiones o el estilo de vida de alguien, afirmas la exactitud de tus creencias. Buscas defectos en otras personas, te concentras en ellos y tienes la ilusión de que eres perfecto. Además, se ignorarán todos los intentos del interlocutor de entablar un diálogo con usted, ya que a usted no le interesa en absoluto la búsqueda de la verdad.

6. Obtienes la aprobación de los demás

En algunos grupos sociales, la humillación es aprobada por la mayoría. Esto ocurre, por ejemplo, en equipos tóxicos, en empresas de personas unidas por una idea, etcétera. Si está desesperado por ser aceptado por su grupo, buscará aprobación por cualquier medio necesario. Uno de ellos es la humillación de aquellos que son percibidos como más débiles o extraños en el equipo.

Puedes hacer chistes ofensivos, unirte a las críticas, buscar defectos en una persona y todo esto con el fin de ganar autoridad temporal. Cuando ves que los demás aprueban tus acciones, te sientes importante y parte del grupo. Pero esto durará hasta que te canses de estar a la altura de las expectativas de otras personas.

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7. Proyectas tus cualidades negativas en la persona.

Por qué menospreciar a los demás puede hacerte sentir mejor
En algunas situaciones, puedes atribuir tus propios pensamientos, emociones y cualidades negativas a otras personas. La humillación es una forma de proyección: sin darte cuenta de tus defectos, los ves en los demás y expresas duras críticas. Por ejemplo, si es propenso a la envidia, es posible que culpe constantemente a sus colegas, amigos o familiares por la envidia.

Así es como intentas demostrarte a ti mismo y a los demás que eres mejor de lo que realmente eres. Humillas a una persona por lo que hay en ti para protegerte de posibles críticas o acusaciones.

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